Sagrada Família interior

¿Qué ver en el interior de la Sagrada Família?

El interior de la Sagrada Família se visita principalmente por las vidrieras, el ábside, el altar, la cripta y el museo. Pero sobre todo hay que dejarse sumergir en el lugar.

Al igual que el exterior, el interior de la Sagrada Família sorprende por su tamaño y deslumbra por su carga religiosa, naturalista y simplemente poética. Una atmósfera divina parece rodear a todos los visitantes. Es difícil no dejarse atrapar por esta aura mística que pretendía Gaudí. Un lugar de culto, pero sobre todo una obra maestra modernista que no deja indiferente a nadie.

Una iglesia para la eternidad. La naturaleza como fuente de inspiración

Gaudí se basó en su amplio conocimiento de la religión y la liturgia para crear una nueva forma de arquitectura religiosa conocida como naturalista-modernista. Esta iglesia debería ser un himno a Dios. Cada piedra debe representar una estrofa en su alabanza. Según su visión, el interior de la Sagrada Família evoca la adoración de la Iglesia universal y la veneración de la Jerusalén celestial. Es una ambición inmensa cuando sabemos que para los cristianos es el lugar donde los hijos e hijas de Dios vivirán su eternidad.

Su segunda fuente de inspiración es la naturaleza. Está en todas partes en su estilo único. Todo es orgánico, todo está copiado de sus observaciones. En la naturaleza no hay líneas rectas, todo se estructura a partir de curvas. No entras en una iglesia, entras en un bosque con una luz tan sorprendente. Visitar el interior de la Sagrada Família es la experiencia onírica más increíble.

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Las vidrieras del templo expiatorio

"La gloria es la luz. La luz da alegría, la alegría es la alegría del espíritu", decía Gaudí, que habría quedado maravillado con la obra del pintor catalán Joan Vila-Gra, responsable de las vidrieras de la Sagrada Família. Le debemos en particular la ventana de la Resurrección. Para el visitante es un shock verse abrumado por una verdadera sinfonía de color y luz.

Una impresión de armonía celestial. El mismo visitante observará también siete rayos que caen de la parte superior del ábside, que simbolizan el Espíritu Santo. Entre el sueño y el simbolismo, la luz es un elemento esencial de la imaginería religiosa de Gaudí. Su expresión más magistral está sin duda en esta basílica más que en cualquier otra creación de Gaudí.

El altar mayor de la Basílica

El ábside neogótico alberga el altar. Se construyó sobre la cripta entre 1890 y 1893 de acuerdo con las intenciones de Villar, el primer arquitecto de la Basílica. El altar mayor, situado dos metros más alto que el nivel general, está rodeado por las siete capillas del ábside dedicadas a los siete Dolores y Gozos de San José.

Si el altar mismo parece austero, con un simple crucifijo como adorno. La impresión que deja este lugar, el más simbólico de la basílica, es impresionante con su gran dosel suspendido a doce metros de altura. Numerosas estatuas decoran el ábside, entre ellas las de San Antonio, Benito de Nursia, San Bruno el Cartujo, San Francisco de Asís, Santa Clara y San Eloy, santos fundadores de varias órdenes. La naturaleza está siempre presente con una corona de espinas para las iniciales de Jesús, el trigo como símbolo de la Eucaristía y los animales: salamandras, serpientes, camaleones, caracoles, lagartos, ranas...

La cripta de la Sagrada Família

La cripta es una capilla donde se celebran regularmente misas. Se encuentra bajo el ábside y se accede a él por una escalera. Este gran espacio subterráneo está coronado por una gran bóveda en la que se puede ver una representación esculpida y coloreada de la Anunciación de María. Su altar mayor, decorado con un retablo que representa a la Sagrada Família, fue realizado por el escultor Josep Llimona. Está rodeada por cuatro capillas dedicadas a la Virgen del Carmelo (donde está enterrado Gaudí), a Jesucristo, a la Virgen de Montserrat y al Cristo Crucificado (donde se encuentra la tumba de Josep María Bocabella, fundador de la Sagrada Família). El suelo de la cripta está decorado con un mosaico romano que representa espigas de trigo y vides.

El Museo de la Sagrada Família

Por último, la visita al Museo de la Sagrada Família es imprescindible para comprender el proceso creativo de Gaudí, sus técnicas de construcción y la historia del templo desde sus inicios. Aquí encontrará planos, borradores, maquetas y fotos que explican la historia y la creación de la basílica, desde su concepción hasta su futura finalización.

Siempre dentro de la Sagrada Família, el museo está junto a la cripta. Fue en este mismo espacio donde Gaudí trabajó durante los últimos años de su vida.

Este estudio fue incendiado en 1936 durante la Guerra Civil española. Muchos de los dibujos y modelos de yeso de Gaudí fueron destruidos, hasta el punto de poner en peligro el resto de la obra. Hoy, en un espacio de más de 120 m2, el museo exhibe, sin embargo, formidables elementos útiles para comprender su obra.

Exposiciones audiovisuales sobre la obra y la vida de Gaudí, una maqueta de las ventanas de la nave central, bocetos, dibujos y maquetas de Josep Maria Subirachs, esculturas de la fachada del Nacimiento y una formidable maqueta del polifunicular de la iglesia de la colonia Güell. Una maqueta invertida de 4 metros de altura que muestra con cuerdas y pesas cómo Gaudí calculaba la carga y la curvatura de las bóvedas de sus construcciones.